EL DIAGNÓSTICO DE ENFERMEDADES
A grandes rasgos, hay dos tipos de diagnóstico. El presuntivo y el asertivo.
Para que os hagáis una idea, el 90% de las veces que vais al médico de cabecera por un dolor de cabeza o una gastroenteritis, su diagnostico es presuntivo, ¿pero qué significa? Significa que si tienes una diarrea el médico presume que puede ser vírica y te manda tratamiento (normalmente sintomático) en base a ese diagnóstico, pero no lo comprueba con análisis de heces. Al igual que cuando vamos con mocos y resfriado, el médico presume que tenemos una gripe vírica tanto por los síntomas como por la época del año. Hay un conjunto de factores que le hace pensar que es una gripe, pero ningún diagnostico asertivo que lo demuestre. Digámoslo así, el 90% de la veces se ponen tratamientos “a ciegas”. También es verdad que la mayoría de las veces esos tratamientos funcionan. Pero ¿cuándo necesitamos un diagnóstico asertivo?
Imaginémonos el caso de un perro que nos viene con anemia, fiebre y cojera, directamente en nuestra mente de médicos se nos abre un abanico de posibilidades diagnósticas, lo que nosotros llamamos un diagnóstico diferencial. De ese posible diagnostico diferencial que pueden ser, pongamos 10 enfermedades, comenzamos a tachar de la lista algunas, por que no cuadren con la edad, por ejemplo. Pongamos que nos quedan 5 enfermedades en el diferencial, ¿qué debemos de hacer para poder buscar un tratamiento? ¿Podemos tratar las 5 enfermedades a la vez? A veces sucede que 2 o 3 enfermedades coinciden en tratamiento por lo cual habría una suerte que nos viene de perlas, pero cuando son tratamientos diferentes, ¿qué debemos hacer? Para eso está la realización de pruebas.
Hacerlo en un buen laboratorio no es excesivamente caro y nos puede decir de forma asertiva qué patología tenemos delante y por consiguiente poner un tratamiento adecuado. Pero no solo sucede con los análisis de sangre, una radiografía nos puede diagnosticar un cuerpo extraño o dar pistas que nos lleven a hacer otra prueba que no nos hubiéramos propuesto hacer si no hubiéramos hecho esta primera. Digamos que en ocasiones unas pruebas nos dan la pista para realizar otras. Es como seguir un sendero que nos lleva a un destino. Así el que pone un tratamiento con un diagnóstico presuntivo es como el caminante que no sigue el sendero y se imagina el destino o lo deduce, y el que pone un tratamiento en base a un diagnostico asertivo es como el caminante que recorre todo el camino y ve con sus propios ojos el destino. Pero todo depende de la gravedad del caso. Es verdad que si el animal está bien de estado general y tiene una diarrea (por poner un ejemplo) de primeras nos fiaremos de nuestro diagnostico presuntivo en base a lo que veamos en la clínica, obviamente si continua tendríamos que seguir investigando. Pero si volvemos al caso del perrito con cojera, anemia y fiebre, son casos que en nuestra opinión se merecen plena atención desde un primer momento.
Si tenemos un perro con un hematocrito (valor que mide si hay o no anemia) de un 10% siendo lo normal un 30%, tenemos un gran problema que debemos de investigar de forma inmediata. En este caso al hacer un hemograma (una prueba que mide la cantidad de células sanguíneas), nos damos cuenta de que hay anemia, pero debemos de hacer más pruebas para averiguar el por qué de esa anemia tan severa. Hemos dicho que también cojeaba, por lo que de repente en nuestro cerebro de los múltiples diagnósticos diferenciales se nos ilumina el de enfermedades transmitidas por garrapatas, por lo que decidimos hacer una test para esas enfermedades. Imaginaos que da positivo, pues ya podemos decir que tenemos un diagnostico asertivo. Aunque puede haber varias enfermedades al mismo tiempo, al menos una de ellas la tenemos diagnosticada asertivamente, ya tendríamos que seguir investigando el resto. Por otro lado, si diera negativo, tendríamos que seguir haciendo pruebas, por ejemplo una punción de médula ósea, la cual nos dirá si esa anemia es producida por algún proceso oncológico (cáncer), también podríamos hacer un test de leishmania, y una bioquímica completa para descartar si esa anemia es por un problema de riñón(se supone que estas últimas pruebas se han hecho antes de hacer la punción de médula ósea).
Intentamos diagnosticar haciendo pruebas menos agresivas y vamos planteándonos otro tipo de pruebas conforme se vaya complicando el diagnostico. La medicina no es una ciencia exacta, y en muchos casos se necesitan pruebas para un diagnostico, sobre todo si el problema es o apunta a ser algo grave. Exigid siempre que os hagan pruebas, la mayoría de las veces son necesarias y a nosotros nos facilita mucho nuestro trabajo. Exigid analíticas antes de cualquier cirugía, aunque vuestro animal sea joven. 2 de cada 10 veces nos encontramos alguna sorpresa que nos puede hacer detener la cirugía, y aunque no la detengamos porque no sea un valor importante a nivel quirúrgico, sí nos puede ayudar a descubrir un problema que puede tener solución. Cuantas más pruebas se hagan a un animal antes de entrar en quirófano mejor que mejor, al igual que a los humanos.
Recordad, la seguridad a la hora de elaborar un diagnostico y la seguridad de vuestra mascota a la hora de entrar a un quirófano no tiene precio.