La obesidad en nuestras mascotas
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En contra de la creencia popular que sostiene que el estar “gordito” es síntoma de buena salud, la obesidad en los animales acarrea graves consecuencias. Hay una gran cantidad de enfermedades relacionadas con la ganancia de peso, las cuales disminuyen la calidad de vida de nuestras mascotas y ponen en riesgo su vida.
Los propietarios de animales debemos concienciarnos en que una mascota obesa, nunca es una mascota feliz, al contrario, es un indicativo de una salud deficiente. Debemos tener en cuenta que la obesidad acorta les acorta la vida.
Es el trastorno de salud más frecuente en perros y gatos. Hasta el 50% de las mascotas exceden del peso que realmente deberían tener en función de su raza, edad y sexo.
Al igual que ocurre con los humanos, el sedentarismo y la comida basura son los grandes responsables de este problema. La ingesta abundante de calorías frente al bajo consumo energético provoca el aumento de peso. Pero, en ocasiones, la obesidad es el resultado de problemas de estrés, enfermedades como hipotiroidismo, síndrome de Cushing, entre otras.
¿Cómo saber si a mi mascota le sobra peso?
Hay varios factores que nos indican el aumento de peso de nuestra mascota, y nos ayudan a saber si debemos plantearnos una dieta, la cual debe controlar el veterinario.
La obesidad la podemos notar si:
- La anchura del abdomen es igual a la anchura del pecho.
- No podemos contar ni diferenciar las costillas cuando palpamos el tórax.
- A simple vista, podemos observar que el animal tiene un aspecto mucho más grande de lo habitual.
- Nuestro animal no deja de comer mientras tenga comida en el plato.
- Se le acumula grasa en la zona lumbar y en la base de la cola.
- Tiene intolerancia al ejercicio, se cansa mucho, juega y duerme menos.
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